Los jugadores chinos no podrán entrar a los bares y lugares de Barcelona donde existen tragamonedas. El motivo de la prohibición está basado en que estos apostadores chinos suelen observar y estudiar al resto de las personas mientras ellas juegan a las máquinas con el objetivo de ganarse el pozo.
Los chinos que juegan a tragamonedas en Barcelona no llegan a manipular las máquinas tragaperras, pero se especializan en detectar el sonido de las monedas y a calcular cuánto tiempo tardará el premio gordo en caer en las máquinas tragaperras.
Por esta razón, los locales de Barcelona adoptaron prohibir que los chinos puedan jugar en las máquinas tragaperras. La policía señaló que es más probable que seran grupos organizados o pandillas que trajeron los trucos desde China y que ya establecidos en Barcelona se reparten en zonas urbanas y sus apuestas usan trucos muy estudiados y bien analizados.